..."De modo que mi «haz lo que quieras» no es más que una forma de
decirte que te tomes en serio el problema de tu libertad, lo de que
nadie puede dispensarte de la responsabilidad creadora de escoger
tu camino. No te preguntes con demasiado morbo si «merece la
pena» todo este jaleo de la libertad, porque quieras o no eres libre,
quieras o no tienes que querer. Aunque digas que no quieres saber
nada de estos asuntos tan fastidiosos y que te deje en paz, también
estarás queriendo... queriendo no saber nada, queriendo que te
dejen en paz aun a costa de aborregarte un poco o un mucho. ¡Son
las cosas del querer, amigo mío, como dice la copla! Pero no
confundamos este «haz lo que quieras» con los caprichos de que
hemos hablado antes. Una cosa es que hagas «lo que quieras» y
otra bien distinta que hagas «lo primero que te venga en gana». No
digo que en ciertas ocasiones no pueda bastar la pura Y simple
gana de algo: al elegir qué vas a comer en un restaurante, por
ejemplo. Ya que afortunadamente tienes buen estómago Y no te
preocupa engordar, pues venga, pide lo que te dé la gana... Pero
cuidado, que aveces con la «gana» no se gana sino que se pierde."
Fernando Savater