Porque cada hoy ya no es un ayer ni tampoco un mañana, es que con decisión y anhelo aseguro por lo menos dar lo mejor de mi. Seguro habrán días flojos... sin embargo si bien acompañada estoy, es decir, tengo contacto con mi ser y mi fe presente está ningún miedo debo tener... como un gran rayo de luz del tamaño del sol, observo a lo lejos sus destellos de esperanza. Así es como quiero presenciar el día de hoy. Apreciar cada instante de sorpresa desde la sonrisa genuina en un pequeño, la espontaneidad del amor, la maravilla de la vida, la armonía que refleja el alma cuando encuentra su sitio hasta el cálido aroma de quien brinda ayuda desde el corazón... Así es que digo ¡gracias Dios por un día más!
Bendiciones
Carito
:)